martes, 8 de junio de 2021

[12J CAS Estatal] Movilizaciones estatales contra la privatización de la SALUD PÚBLICA

 Aragón 12 Junio contra la Privatización Sanitaria

  • Aínsa: 19:00 manifestación parking del Mesón de L’Aínsa.
  • Alcorisa: 12:00 concentración frente a Centro de Salud. 13 de junio.
  • Huesca: 17:00 concentración Plaza Zaragoza.
  • Jaca: 12:00 a 14:00 mesa informativa Plaza de la Catedral.
  • Teruel: 12:00 concentración Plaza del Torico.
  • Zaragoza: 12:00 concentración Plaza de España.


https://plataformasanidadaragon.blogspot.com/2021/06/aragon-se-suma-la-movilizacion-estatal.html









Blindar la sanidad / Salvar la sanidad

La pandemia ha demostrado que la situación de colapso y deterioro de gran parte del sistema sanitario, es producto de las privatizaciones y recortes que se llevan aplicando años.


Roban nuestro dinero. En estos meses, en lugar de dedicarse a reforzar el “sistema público”, han repartido los fondos extraordinarios Covid entre todo tipo de empresas privadas. Mientras el sistema público agoniza, los accionistas de los seguros privados se frotan las manos tras experimentar el incremento más fuerte de los últimos 15 años.

Ahora, con la llegada de miles de millones de € de los fondos europeos de Neext Generation, se pretende repetir la maniobra, repartiéndolos de nuevo entre las grandes corporaciones, sin dedicar prácticamente nada a reforzar el sistema público. Dinero que se convertirá en Deuda y que pagaremos los de siempre mediante los recortes que prepara el gobierno central. Solo el 1,4 % de los 72.000 millones que en teoría llegarán este año, es decir, unos 1.069 millones € se van a dedicar a sanidad, pero en lugar de reforzar las plantillas (se podrían contratar durante un año 20.000 médicos, por ejemplo), se van a dedicar a “digitalización” y renovación de la alta tecnología, es decir acabará en los bolsillos de los de siempre.

Maltratan a los profesionales. Con la mejora de la situación epidemiológica, en todas las CCAA y con independencia del color político, se está aprovechando para despedir a miles de trabajadores del sector salud. Los que quedan, están agotados y desmoralizados, porque ven que no hay voluntad política de arreglar esta situación. Han pasado de héroes a innecesarios/desechables. Gastamos alrededor de 250.000 € de dinero público para formar un médico, pero luego no le ofrecemos contratos estables. Entre 2015-2020, se tramitaron más de 15.000 solicitudes de médicos para irse a trabajar fuera de España. Si a esto le unimos que en los próximos 5 años se jubilará el 25% de la plantilla del SNS, el futuro es pavoroso.

Para los que gestionan la sanidad lo importante ahora no es reforzar las plantillas, reducir las pavorosas listas de espera y mejorar los tiempos de atención, sino la “transformación digital de nuestro sistema sanitario”.

Desmontan la Atención Primaria. Desde hace más de 20 años, el gasto en atención primaria se ha ido reduciendo año a año. Solo nos dejaron desarrollar la atención primaria unos 10 años antes de empezar a desmontarla. Sus objetivos iniciales, de prevención, promoción de la salud y atención domiciliaria, se han transformado, al amparo de los nuevos modelos capitalistas de gestión sanitaria, en un modelo puramente asistencialista cuya actuación se basa en la demanda asistencial. Los Centros de Salud se han convertido en centros expendedores de atenciones sanitarias, (supermercados sanitarios) con graves repercusiones para las personas tanto usuarias como profesionales. Se ha fomentado el individualismo, el consumo desaforado de pruebas, fármacos, operaciones, etc. con todo lo que conlleva de efectos secundarios, iatrogenia, resultados indeseables, gastos innecesarios y ausencia de una auténtica medicina comunitaria y preventiva. Con la pandemia, esta precaria situación ha estallado, los centros de salud desbordados no son capaces de garantizar la accesibilidad de los pacientes, hasta el punto de peligrar incluso la asistencia directa. Así, empujan a quienes todavía mantienen cierta capacidad adquisitiva a contratar seguros privados de salud. Mientras, los que no pueden permitírselo se ven atrapados en un sistema que les niega su derecho a la salud. Para empeorar la situación, ahora el cierre de centros de salud ha pasado de la anecdótica “España vaciada” a la España urbana. Destruyendo la Atención Primaria, se alimentan y agravan las desigualdades que amenazan a nuestra sociedad.

Deterioran la atención especializada para asegurar el negocio a la privada. Hace un año, había casi 700.000 personas esperando una intervención quirúrgica, con un tiempo medio de espera de 170 días1. Respecto a la primera cita con el especialista, si en diciembre de 2019, antes del inicio de la pandemia, había 2,5 millones de personas esperando, es imposible que, en junio de 2020, con el sistema colapsado se hubiera reducido a 1,5 millones2. Falsifican los datos. Si a esto le sumamos que durante la pandemia se redujo drásticamente la entrada a muchos procesos (en 2020 solo entró en la Lista de Espera Quirúrgica el 65 % que el año anterior), la lista de espera real puede ser pavorosa. Así, con los hospitales públicos desbordados, la sanidad privada, desaparecida durante la pandemia, se ofrece ahora para reducir las listas de espera. El negocio redondo.

Convierten en un negocio todo lo que tocan. Hace 6 meses que llegaron las primeras vacunas, creadas gracias al dinero público. Sin embargo, los gobiernos de los países ricos mantienen las patentes para garantizar los millonarios negocios de las multinacionales farmacéuticas, (que de un modo vergonzante no dejan liberarlas para que las vacunas lleguen a los países pobres). Si alguna vez se liberan las patentes, será tarde y habrán tenido tiempo para hacer negocio a nuestra costa.

Las residencias de mayores, donde se han producido la mitad de las muertes totales por Covid c, y que son casi todas privadas y con condiciones sanitarias penosas, no han sufrido transformaciones. Las denuncias de las familias por la muerte de sus seres queridos son archivadas por los jueces. Eso sí, los fondos de capital riesgo propietarios de muchas de ellas, lanzan campañas de captación para cubrir las bajas producidas. Nadie les pide explicaciones.

La enseñanza de esta pandemia, es que los gobiernos no han adoptado medidas preventivas y de salud pública básicas como la actuación sobre el hacinamiento en viviendas y transportes, detección precoz y aislamiento de casos, etc., porque eso no da dinero. Ante esta situación de la Sanidad Pública hay que actuar sobre las causas de raíz y abrir un debate en todo el Estado sobre el modelo sanitario que queremos, que debe empezar por garantizar la asistencia sanitaria de calidad para todas las personas, democratizando el sistema y centrándolo en los determinantes sociales, económicos y ambientales de la enfermedad.

La salud no debe de ser un negocio, su negocio, sino que es la prioridad n.º 1 de cualquier sociedad. No podemos dejarla en manos del mercado y de sus nefastos intereses.


Blindar la sanidad: Derogación de la ley 15/97 y del articulo 90 de la Ley General de Sanidad.

No mandan los políticos, mandan las corporaciones.

La lucha está en calle.






No hay comentarios:

Publicar un comentario